Conscientes de su misión Cristiana y su responsabilidad apostólica, las iglesias locales, muchas de ellas iglesias jóvenes, están alcanzando una vitalidad especial debida en gran parte a la co-responsabilidad activa del laicado, de sus hombres y mujeres. El Consejo Vaticano Segundo hizo eco en un nuevo signo eclesiástico - a saber- el despertar del laicado hacia un nuevo período de co-responsabilidad y sentido de comunidad.
martes, 1 de julio de 2008
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